Ortodoncia en niños: Ortodoncia interceptiva
Existen algunas condiciones respecto a la posición de los maxilares y de los dientes de los niños que son más fáciles de corregir si se hacen de manera temprana mediante un tratamiento ortodóncico interceptivo infantil. Esto consigue prevenir problemas que en un futuro pueden ser más graves.
Estos tipos de tratamientos proporcionan al profesional la oportunidad de controlar la posición futura de los dientes permanentes actuando sobre la estructura de la mandíbula y el hueso maxilar, así como de la posición de los dientes, cuando todavía los dientes temporales están en boca.
Principales beneficios de la ortodoncia interceptiva
- Un mejor pronóstico a la hora de evaluar la erupción de los dientes permanentes.
- La capacidad de corregir cualquier hábito que pueda causar problemas en el desarrollo de los maxilares, como pueden ser chuparse el dedo o empujar los dientes con la lengua.
- Corregir problemas de oclusión como son la mordida abierta, la mordida cruzada o la sobremordida.
- La capacidad de corregir el crecimiento de la mandíbula y el maxilar para acomodar los dientes emergentes.
- Reducir el riesgo de daños a los dientes permanentes que empiezan a erupcionar.
- La capacidad de mejorar la apariencia del niño.
- Aliviar en un futuro el tratamiento correctivo de ortodoncia que probablemente sea más invasivo si se prescinde de esta primera fase.
Recomendaciones
La revisión con un ortodoncista u odontopediatra, es recomendable a partir de la erupción del primer molar, es decir, 6 años.
Si tras una primera consulta con el ortodoncista o el odontopediatra se llega a la conclusión de que este tipo de tratamiento es necesario, éste se realizará en dos fases.
Primera fase
La primera fase comenzará de inmediato, mientras que el niño todavía tiene la mayoría de los dientes de leche en boca.
Englobará como objetivos, conseguir una masticación correcta, corregir hábitos orales dañinos, evitar el desarrollo de un problema e interceptar un problema en el desarrollo del niño.
También se guiará el crecimiento de los huesos de la mandíbula y del maxilar que sostienen los dientes, para que estos erupcionen en una posición correcta.
Segunda fase
La segunda fase se llevará a cabo a medida que el niño vaya creciendo, en el momento apropiado determinado por el propio crecimiento y las necesidades correctivas dentales.
La segunda fase está diseñada para mover los dientes permanentes a sus posiciones finales, mejorando así su funcionalidad y la apariencia facial del niño.
Tiempo de duración
En definitiva, el tratamiento ortodóncico y el crecimiento del niño están destinados a complementarse entre sí. Por ello, sincronizar el tratamiento con las etapas de crecimiento y de desarrollo dental de niño, puede aliviar tratamientos más drásticos e invasivos en el futuro.
Respecto al tiempo, cabe destacar que cada caso es diferente y dado que la evolución depende de diferentes factores como el propio crecimiento del niño o su colaboración para con el tratamiento en sí, la estimación es complicada. Aún así, lo normal es que la primera fase dure de 8 meses a año y medio, y la segunda fase de año y medio a dos años y medio.