Qué son los implantes cigomáticos y cuáles son sus ventajas
Los implantes cigomáticos son una alternativa de tratamiento para poder rehabilitar casos de pacientes edéntulos totales (desdentados o que carecen de dientes) donde existe una atrofia severa del maxilar superior.
Indicaciones para un implante cigomático
Los implantes cigomáticos se colocan a través del hueso maxilar llegando a anclarse en el hueso cigomático o malar, es decir, en el interior del pómulo.
Este tipo de implantes se realizan cuando fracasa el tratamiento de implantes convencionales, de elevaciones de seno o un procedimiento de injerto óseo previo.
Los implantes cigomáticos también están indicados para la rehabilitación después de un tumor y las resecciones de traumatismos.
Debido a la larga distancia de perforación al hueso cigomático, y para proteger las estructuras anatómicas adyacentes críticas, la colocación de estos implantes requiere una experiencia y entrenamiento quirúrgico considerable y una planificación de diagnóstico meticulosa.
Injerto óseo o implante cigomático
Los pacientes que buscan tratamiento con implantes dentales pero no tienen suficiente altura o densidad ósea para este tipo de tratamiento en las zonas posteriores del maxilar superior, se le pueden ofrecer dos opciones: injertar hueso en esas regiones posteriores o colocar implantes cigomáticos.
Ventajas y desventajas en ambos tratamientos
Si bien el injerto óseo se considera menos invasivo, en comparación con los implantes cigomáticos, los resultados pueden ser impredecibles y, en general, demorarse más en la cicatrización e integración.
Por su parte, los implantes cigomáticos evitan los procedimientos de injerto y elevación del seno y, por lo tanto, contribuyen a un tratamiento más corto y más cómodo, pero su vez implican una cirugía más invasiva que también podría implicar mayores riesgos y posibles complicaciones.