¿Por qué es tan caro ir al dentista? te explicamos sus precios
La percepción generalizada sobre el precio de acudir al dentista es que es un servicio sanitario caro. Pero ¿Esto es realmente así? En este artículo analizamos y desglosamos el precio de estas visitas y cómo ahorrarnos dinero a largo plazo.
Los costes del dentista
Existen una serie de razones que explican el precio de los procedimientos dentales:
1. Nivel de formación de los profesionales
En primer lugar, los servicios son realizados por profesionales capacitados. Los dentistas son licenciados que pasan por muchos años de universidad y, la gran mayoría, por una capacitación especializada. Al igual que muchos otros profesionales, los servicios dentales tienen un precio acorde al gasto en formación.
2. Herramientas y componentes especializados
Por otra parte, las herramientas necesarias en una práctica de odontología general incluyen equipos altamente especializados que no solo son caros de comprar, sino también de mantener. Además de la inversión en el sillón dental, en los aparatos de rayos X y demás maquinaria de la clínica, hay que tener en cuenta los costes de las demás herramientas, así como de los materiales como la anestesia y otros medicamentos que se utilizan en los diferentes procedimientos. Además, los odontólogos a menudo recurren a laboratorios protésicos de terceros para productos como coronas y dentaduras postizas, que también aumentan los costes de ciertos procedimientos.
3. Gastos generales
Como todas las empresas, las clínicas dentales tienen gastos generales que deben cubrirse. El lugar donde se localiza la clínica dental obviamente afecta en estos gastos. No es lo mismo una pequeña clínica en un pueblo, la cual no tendrá los mismos gastos generales que una clínica en una gran ciudad, por lo que sus tarifas pueden ser más bajas.
Los gastos generales fijos incluyen:
- el alquiler o la hipoteca de una propiedad
- los salarios del personal
- los reembolsos de préstamos para la instalación o la actualización de la clínica
- los equipos técnicos e informáticos y las suscripciones de software que deben mantenerse al día
- los seguros
- los uniformes
- la limpieza y lavandería
- la recolección de desechos clínicos
En definitiva todo lo que cuesta dinero para tener una clínica dental, o incluso cualquier negocio, y mantenerlo funcionando día a día, independientemente de si los pacientes asisten o no.
Los gastos generales variables son los asociados a la actividad propiamente dicha, en nuestro caso, la atención de pacientes para su atención odontológica.
Estos gastos incluyen los costes de materiales consumibles y las tarifas de laboratorio principalmente, los cuales suelen representar alrededor del 20-25 % de los gastos generales reflejados en lo que se cobra por las fases del tratamiento.
Estos gastos generales, tanto fijos como variables, suelen constituir el 80-85 % de los costes totales. Si se elimina la parte destinada a impuestos, alrededor de solo el 10 % de los honorarios se destina al producto más infravalorado: el tiempo, el conocimiento y la habilidad del odontólogo.
4. El tiempo
El tiempo es el único recurso insustituible y normalmente el menos valorado. Los pacientes tienden a pensar en pagar solo por la odontología que se realiza físicamente en el sillón. ¿Cuánto cuesta un implante? ¿Qué precio tiene una corona? Pero no es así como se trabaja en realidad, no se venden artículos. Existe un tiempo empleado fuera del sillón que se necesita para planificar el tratamiento dental.
En definitiva, aunque el coste de cada procedimiento dental varía, el importe real depende de varios factores, como son la complejidad del procedimiento y el equipo utilizado en el procedimiento. Tratamientos más complejos pueden ser más costosos debido a que se tarda mucho más en completarse, se requieren varios materiales y se utilizan equipos modernos.
¿Cómo optimizar la inversión en odontología?
El objetivo del odontólogo es mejorar la salud oral del paciente y brindarle los resultados más precisos, siempre intentando que el paciente se siente seguro y cómodo. Eso significa usar sus recursos, habilidades y tiempo.
Y como en todo en esta vida, siempre es mejor prevenir que curar. La mejor manera de no gastar de más en tratamientos dentales consiste en mantener una buena higiene bucodental para así prevenir la aparición de problemas y, en consecuencia, evitar la necesidad de tratamientos dentales.
Aún manteniendo una buena rutina de cuidado bucodental, los problemas pueden aparecer por lo que otra forma de reducir los gastos en procedimientos dentales, es la contratación de un seguro dental, el cual es similar al seguro general y ofrece tratamientos a un coste más reducido y suele incluir tratamientos preventivos sin coste adicional. La mayoría de las pólizas cubren la atención preventiva, como las revisiones y las limpiezas bucodentales, pero cubren solo una parte del resto de procedimientos, como son las endodoncias, los tratamientos de ortodoncia o los tratamientos de implantología.