La historia del Ratoncito Pérez y los dientes
Había una vez un ratón muy pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro y una cartera roja que vivía con su familia en una confitería madrileña dentro de una lata de galletas. Así nace la historia del Ratoncito Pérez, un cuento que escribió el jesuita Luis Coloma a finales del siglo XIX para el rey Alfonso XIII que tenía entonces ocho años y vivía con miedo la caída de sus dientes de leche.
Desde entonces este personaje forma parte de la cultura popular hispanohablante y ¡no se le acaba el trabajo! El Ratoncito Pérez, valiente y generoso, sigue visitando a los niños y niñas que ponen bajo la almohada su diente caído y les deja una moneda o pequeño regalo a cambio.
La leyenda del Ratoncito Pérez se vive entre los 5 y 10 años de edad, cuando se produce la caída de los dientes de leche o primarios. Algunos niños pueden sufrir miedo o inquietud por la pérdida de sus dientes. La fantasía de la figura del Ratoncito Pérez o el hada de los dientes en otras culturas, ayuda a los más pequeños a superar este pequeño trauma, asumir la pérdida y en muchos casos, hasta vivirla con ilusión.
¿Cómo puede ayudar el Ratoncito Pérez a cuidar de los dientes?
El Ratoncito Pérez se puede convertir además en un buen aliado en la higiene y salud bucodental de los más pequeños de la casa, ya que para que pueda recoger unos dientes en buenas condiciones es importante que los niños eviten los azúcares y sean constantes en su cepillado tras las comidas, lo que puede favorecer a inculcarles el hábito. Y cuando el diente se mueve no hay que dejar de limpiarlo, al contrario, cepillarlo durante más tiempo y con más cuidado ayudará a que la encía no se inflame, el diente se caiga con más facilidad y el Ratoncito Pérez se prepare para la visita.