Cómo elegir el cepillo de dientes para un bebé
Limpiar y cuidar las encías de los bebés debe comenzar mucho antes de que aparezca el primer diente. Vamos a ver cómo se realiza la limpieza hasta que se pueden lavar los dientes por sí mismos.
Limpieza de los dientes del bebé
Un par de veces al día, se pueden limpiar las encías suavemente con una gasa limpia y húmeda. Cuanto antes se empieza, antes se acostumbrará el bebé a la idea y tal vez incluso disfrute de la experiencia.
Cuando los dientes empiecen a erupcionar, se deben limpiar dos veces al día utilizando una gasa limpia y húmeda colocada alrededor del dedo.
Cepillos de dientes para bebés ¿Cómo son?
Si el bebé se deja, se puede introducir un cepillo de dientes pequeño y suave diseñado para niños menores de dos años. Estos cepillos para bebés son de goma, a modo de dedal, mientras que otros vienen en forma de toallita que puede envolver alrededor de su dedo.
Los cepillos de dientes para niños pequeños que empiezan a aprender a lavarse los dientes por sí mismos suelen contar con un formato específicamente diseñado para ellos: son proporcionalmente más pequeños tanto en la longitud como en el cabezal, que además cuenta con cerdas más suaves para no irritar las encías ni dañar el esmalte y una forma de elipse casi circular para adaptarse a su boca. El mango suele ser más ancho para facilitar que el infante pueda agarrarlo con facilidad.
No es conveniente usar pasta de dientes en niños tan pequeños ya que no podemos controlar el que se la traguen. Usar el cepillo mojado en agua es suficiente.
La mejor manera de limpiar los dientes de tu bebé es:
- Coloca a tu bebé en una posición donde puedas ver su boca y él se sienta seguro.
- Sujeta la barbilla de tu bebé con las manos, con la cabeza apoyada contra tu cuerpo.
- Limpia los dientes con movimientos suaves y circulares.
- Levanta los labios para cepillar la parte delantera y trasera de los dientes y la línea de las encías.
- Después de limpiar los dientes y las encías de tu bebé, enjuagua el cepillo de dientes con agua.
- Guarda el cepillo de dientes en posición vertical en un recipiente abierto para permitir que se seque al aire.
Si los cepillos de dientes de otros miembros de la familia se almacenan en el mismo lugar, es importante asegurarse de que los cepillos no se toquen. Esto reduce el riesgo de que los gérmenes que causan las caries viajen entre los cepillos y dentro de la boca del bebé.
Los cepillos de dientes deben reemplazarse cada 3-4 meses, o cuando las cerdas se desgasten o rasguen.
Cuidar la higiene bucal del bebé de forma temprana y regular así como hacer partícipe al bebé de manera progresiva en la misma, ayudarán a crear el hábito del cepillado dental en el niño de forma natural.