Cuándo es necesario un reimplante dental
La avulsión de un diente es una lesión producida normalmente por un golpe o traumatismo que provoca la salida del diente de su alvéolo. Para salvar el diente avulsionado es importante recibir tratamiento inmediato.
La mayoría de los traumatismos dentales ocurren en niños de 7 a 11 años, existiendo el doble de frecuencia de lesiones dentales en los hombres que en las mujeres.
El diente avulsionado es un diente que sale completamente de la boca, no queda ninguna parte del mismo dentro. Los principales síntomas de un diente avulsionado son dolor y sangrado.
Se puede salvar un diente avulsionado: reimplantación dental
Existe una técnica denominada reimplantación, que consiste en reinsertar el diente avulsionado en el alvéolo después de su pérdida.
El éxito de reimplantar un diente depende de muchos factores entre los que se encuentran el tiempo que transcurre desde que el diente sale del alvéolo hasta que el diente es reimplantado. También influye mucho el medio de almacenamiento del diente avulsionado. Otros factores que pueden afectar en el éxito de la reimplantación son la condición del diente, particularmente el tejido del ligamento periodontal que queda en la superficie de la raíz, el sexo, la edad, el tipo de diente reimplantado, la etapa de formación de raíces, el tipo de procedimiento de limpieza después de la contaminación de la superficie de la raíz, la duración de la ferulización, y el uso de antibióticos.
- Con condiciones favorables, como son que el ligamento periodontal permanezca en la superficie de la raíz, que el diente se haya almacenado en un medio adecuado durante no más de 60 minutos y la reimplantación inmediata después del accidente, el diente puede llegar a conservarse de 5 a 10 años.
- Las condiciones desfavorables que influyen en el éxito del reimplante de un diente, incluyen que el diente éste fuera de la boca durante más de 6 horas sin medios de almacenamiento y sin ligamento periodontal en la superficie de la raíz. En tales casos, el reimplante del diente falla con su consiguiente pérdida.
Sin embargo, independientemente del estado del diente o del tiempo que haya pasado fuera de la boca, el diente avulsionado que se reimplanta sigue siendo el mejor implante. Si una vez reimplantado, se realiza el tratamiento de endodoncia, las posibilidades de retención y prevención de reabsorción de la raíz, mejoran significativamente.
El tiempo como factor clave: Cómo reinsertarse un diente
Dado que el tiempo es claramente importante, un diente avulsionado requiere tratamiento inmediato para poder salvarlo. Se debe consultar al dentista tan pronto como sea posible para recibir atención de emergencia. Aun así, lo mejor es intentar reinsertar uno mismo el diente de inmediato, siguiendo estos pasos:
- Coger el diente por la corona, no tocar la raíz.
- Enjuagar el diente con agua o leche para eliminar la suciedad. Evitar usar jabón y no frotar ni secar el diente.
- Colocar suavemente el diente en el alvéolo.
- Morder una servilleta, gasa o pañuelo para anclar el diente en su lugar.
- Visitar a un dentista inmediatamente.
Solo se pueden reimplantar los dientes permanentes que se hayan caído. No se deben reimplantar los dientes de leche, ya que esto puede causar lesiones a los dientes permanentes en desarrollo. En ambos casos, hay que buscar ayuda dental tan pronto como sea posible.
Qué hacer si no se puede reinsertar el diente
Si no se puede volver a insertar el diente en su alveolo, hay que mantenerlo húmedo hasta que se pueda ver a un dentista. Hay que evitar poner el diente en agua ya que se pueden dañar las células de la superficie de la raíz. Lo mejor es colocar el diente en un vaso de leche, en solución salina o dentro de la boca, en la mejilla, donde la saliva lo mantendrá húmedo.
Técnica de reimplantación
En los casos en los que uno mismo se haya podido reimplantar el diente en el alveolo,
el odontólogo, lo primero que hará es asegurarse de que se haya colocado de manera correcta.
Posteriormente ferulizará el diente implantado a los dientes adyacentes de 7 a 10 días. Evaluará el estado del nervio del diente y programará un tratamiento de conductos o endodoncia, si es necesario, a las dos semanas.
Si no se ha podido reimplantar el diente de inmediato y se almacenó en un medio líquido adecuado, el odontólogo enjuagará suavemente el diente si es necesario, generalmente con solución salina, administrará anestesia local y procederá a reimplantar el diente. Posteriormente ferulizará el diente y programará la endodoncia un par de semanas después.
Para prevenir posibles infecciones, el odontólogo recetará antibióticos y recomendará que se revise si la vacuna contra el tétanos está al día.
En los casos donde no se pudo almacenar el diente en un medio húmedo, el dentista aún puede reimplantarlo, pero para asegurar un buen pronóstico, generalmente solo lo podrá reinsertar durante la hora siguiente a la pérdida. Si el diente se seca demasiado, el ligamento periodontal puede morir. Si esto sucede, el reimplante seguramente no funcione y el diente acabe perdiéndose. En estos casos habrá que valorar el mejor tratamiento para rehabilitar la ausencia, existiendo diferentes opciones como son los puentes dentosoportados o los implantes osteointegrados.