¿Cómo elegir un cepillo de dientes?
Cepillarse los dientes es importante para mantener una buena salud bucodental.
Por ello, es importante encontrar un cepillo de dientes que funcione bien y con el que el cepillado sea cómodo y eficaz.
Debido a la gran variedad de cepillos que existen en el mercado, esta tarea puede ser desalentadora.
En realidad, casi cualquier cepillo de dientes con el que uno se sienta cómodo, funciona bien. Lo más importante es cepillarse los dientes correctamente y durante al menos dos minutos, dos o tres veces al día, para llegar a todas las áreas de la boca y limpiar las bacterias causantes de caries y de la enfermedad de las encías.
Las principales características a tener en cuenta de un cepillo de dientes, sea manual o sea eléctrico, son:
- Tamaño.
El cabezal del cepillo de dientes debe tener un tamaño apropiado que permita un fácil acceso a todas las superficies de los dientes para así limpiar incluso las áreas difíciles de alcanzar, como los laterales y la parte posterior de los molares. Además, el cepillo de dientes debe tener un mango lo suficientemente largo para poder sostenerlo cómodamente con la mano y aplicar la presión adecuada durante el cepillado. - Variedad de cerdas.
Las cerdas de nylon pueden ser suaves, medias o duras. Para la gran mayoría de las personas, un cepillo de cerdas suaves es la opción más cómoda y segura. Dependiendo de cuán vigorosamente se cepille uno los dientes, los cepillos de cerdas medias y duras pueden dañar el esmalte de los dientes y provocar la retracción de las encías, y en consecuencia la exposición de la raíz de diente pudiendo existir una mayor sensibilidad al frío, al calor o a ciertos alimentos y bebidas.
Siempre que la técnica de cepillado sea la adecuada, se conseguirá reducir la acumulación de placa y se mantendrán unas encías saludables, sin tener en cuenta que se haya utilizado un cepillo de dientes manual o un cepillo eléctrico.