Causas y tratamiento para el Bruxismo Diurno
El bruxismo se define como un hábito oral inconsciente de apretar, rechinar y hacer sonidos masticables rítmicos y no funcionales con los dientes, movimientos que no forman parte de la función masticatoria y que conducen a un trauma oclusal. Como actividad parafuncional oral, no está relacionada con las funciones fisiológicas normales, como el habla, la respiración, la masticación y la deglución.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo como hábito parafuncional está presente en la vida cotidiana necesitando un abordaje multidisciplinar para su tratamiento. La prevalencia del bruxismo está relacionada con el estrés, los cambios en el estilo de vida, la mala alimentación y los problemas de sueño.
Esta parafunción se suele descubrir cuando el paciente acude por primera vez al dentista. Uno de los signos clínicos más prominentes es el desgaste anormal de los dientes, causado por apretar y rechinar los dientes.
Sin embargo, este no es un signo determinante de bruxismo porque el desgaste de los dientes puede ocurrir al ingerir alimentos ácidos o al cepillarse los dientes de manera inadecuada (erosión y/o abrasión dental). Por ello, el odontólogo debe realizar un correcto diagnóstico diferencial.
Diferencias entre el bruxismo diurno y el nocturno
Existe una división clara entre el bruxismo diurno y el bruxismo nocturno, existiendo diferentes características y causas. El bruxismo que ocurre durante el día se llama bruxismo diurno o bruxomanía.
Estos dos tipos de bruxismo tienen diferentes entidades clínicas que ocurren en diferentes grados de conciencia y tienen diferentes factores etiológicos. Estos dos tipos de bruxismo son diferentes y necesitan ser diagnosticados de manera diferente, requiriendo un plan de tratamiento diferente.
Aunque en la mayor parte de la literatura se menciona al bruxismo como un trastorno nocturno, existen casos en los que su aparición se observaba durante el día. Por tanto, el bruxismo, de acuerdo con su aparición, se puede dividir en
- diurno
- nocturno
- combinado
Bruxismo diurno, síntomas y causas
Existen muchas razones por las que se aprieta la mandíbula o se rechinan los dientes durante el día. La causa más frecuente, al igual que el bruxismo nocturno, es el estrés.
El bruxismo diurno se ha relacionado también con trabajos que conllevan un alto estrés emocional.
Si bien apretar los puños parece ser una respuesta humana normal a un estrés significativo, las personas que son más susceptibles al estrés o que tienen carreras muy estresantes pueden correr el riesgo de apretar y rechinar los dientes con regularidad, lo que provoca dolores de cabeza, dolor de mandíbula, trastornos de la articulación temporomandibular, erosión del esmalte, dolor de muelas, y pérdida de dientes.
Una mordida desalineada o maloclusión, incluyendo dientes ausentes, torcidos o desalineados puede provocar que se apriete y se rechine los dientes mientras uno está despierto.
El consumo de una cantidad significativa de cafeína, que se encuentra en el café, los refrescos y el chocolate, o el exceso de alcohol pueden aumentar el riesgo de apretar y rechinar durante el día.
Consejos y tratamiento para evitar el bruxismo
Es fundamental tomar medidas para dejar de rechinar durante el día los dientes, antes de dañar la sonrisa y de que aparezcan consecuencias mayores.
Controlar evitar el bruxismo diurno
Para controlar el bruxismo diurno, es importante intentar reducir los niveles de estrés. Algunos métodos recomendados para reducir los niveles de estrés incluyen:
- acupuntura
- yoga
- respiración profunda
- meditación
- ejercicio
También es importante considerar la realización de un tratamiento de ortodoncia si el problema de desalineación es el que contribuye a apretar o rechinar los dientes.
Evitar o limitar el consumo de cafeína y alcohol por completo puede reducir los síntomas.
Cómo evitar el bruxismo nocturno
Si se está rechinando los dientes mientras se está despierto durante el día, es muy probable que también se haga por la noche. Uno de los mejores tratamientos para el bruxismo nocturno es usar un protector bucal ajustado por el odontólogo. El protector bucal o férula de descarga puede ayudar a proteger los dientes de daños y reducir los efectos del rechinamiento en músculos, tejidos blandos y huesos.
En casos más graves, el odontólogo puede llegar a recetar relajantes musculares antes de irse a la cama para relajar los músculos y evitar apretar y rechinar. Sin embargo, este suele ser un último recurso en los casos en que el bruxismo causa dificultad para abrir la boca o dolor intenso.
Para la mayoría de las personas, un protector bucal es suficiente para detener el bruxismo y prevenir daños mayores en los dientes y problemas como trastornos de la articulación temporomandibular.