Esmalte dental: qué es y cómo cuidarlo
El esmalte dental es la sustancia más dura y mineralizada del cuerpo. Cubre la capa externa de cada diente y es también su parte más visible. Se compone de minerales, principalmente de hidroxiapatita. Es semitranslúcido, por lo que solo es parcialmente responsable del color de los dientes.
El esmalte dental desempeña un papel muy importante en la protección de los dientes contra las caries, por lo que es importante hacer todo lo posible para evitar que se erosione. Forma una barrera fuerte que protege las capas internas de los efectos de los ácidos y la placa, y también protege las capas internas sensibles a alimentos y bebidas que son muy calientes o muy fríos.
Si el esmalte se destruye, el cuerpo no puede hacer nada para reemplazarlo. A diferencia de otras partes del cuerpo, como los huesos, no contiene ninguna célula viva, por lo que no puede regenerarse.
El esmalte puede protegerse evitando alimentos que lo dañan, como los productos azucarados, las frutas y bebidas ácidas. Cuando esas sustancias se adhieren a los dientes e interactúan con las bacterias presentes en la boca, se produce ácido láctico, que puede dañar el esmalte. Es conveniente evitar estos alimentos cuando se pueda y, si se consumen, hay que recordar que es importante cepillarse bien después.
Los alimentos muy duros, como los caramelos duros o los cubitos de hielo, también pueden dañar el esmalte al hacer que se agriete o se astille, por lo que también deben evitarse. La práctica de buenos hábitos de higiene bucal, como cepillarse los dientes con una pasta dental con fluoruro, usar hilo dental y visitar al odontólogo para una limpieza profesional regular, es la mejor manera de proteger el esmalte. Si quieres profundizar más, en este artículo te damos 7 trucos para fortalecer tus dientes.