Causas y remedios para la halitosis
La halitosis o mal aliento crónico, es algo que los caramelos de menta, los enjuagues bucales o un buen cepillado no pueden resolver. A diferencia del «aliento de la mañana» o un fuerte olor que persiste después de comer algún alimento de sabor fuerte, la halitosis permanece durante un período prolongado de tiempo y puede ser un signo de algo más serio.
Las principales causas de la halitosis
- Problemas dentales como caries o enfermedad periodontal: Ambas patologías se pueden solucionar con un buen cuidado e higiene bucodental diario, ya que las bacterias son las causantes de producirlas y, en consecuencia, el mal aliento.
- Infecciones en boca, nariz o garganta
- Boca seca: Nuestra saliva, además de humedecer, limpia nuestra boca y nos otorga una mejor ingesta de los alimentos. Es por ello que la sequedad puede producir una mayor concentración de bacterias que serán las que produzcan un mal olor en nuestro aliento.
- Tabaco: Es muy aconsejable reducir o eliminar por completo este hábito nocivo. Mejoraremos nuestra salud bucodental y reduciremos la halitosis.
- Otras afecciones crónicas como reflujo gástrico, diabetes, enfermedad hepática o renal, a las que hay que sumarle el consumo de algunos medicamentos, pues pueden producirnos sequedad en la boca y agravar la halitosis.
Remedios para la halitosis
Para prevenir la halitosis lo primero es seguir una rutina de higiene oral saludable, cepillándose tres veces al día durante al menos dos minutos con una pasta de dientes con flúor y usando el hilo dental.
Es importante no olvidarse de cepillar la lengua, ya que es donde se suelen alojar la mayoría de las bacterias que provocan el mal aliento.
Beber mucha agua, masticar chicle sin azúcar y reducir el consumo de cafeína también puede ayudar a que la saliva fluya y aumente la frescura del aliento.
Si el mal aliento persiste, lo mejor es visitar al dentista, quien mediante un examen intraoral adecuado podrá valorar la presencia de algún problema de salud oral y aconsejar un plan de tratamiento adecuado o derivarle a su médico de cabecera si la causa del mal aliento no es dental.