Piercing en el labio: qué cuidados necesita

Los piercings en el labio son una forma popular de modificación corporal y pueden colocarse en diferentes áreas del labio o alrededor de él.
Es importante tener en cuenta que, al igual que con cualquier tipo de piercing, es fundamental seguir una correcta higiene y cuidado durante el proceso de curación para evitar infecciones o complicaciones.
Instrucciones iniciales de cuidado del piercing labial
El cuidado adecuado de un piercing labial durante las primeras semanas es crucial para evitar infecciones y asegurar una curación correcta.
1. Limpieza y desinfección
- Limpieza diaria: lava tu piercing dos veces al día (por la mañana y por la noche) con una solución salina estéril o un limpiador específico para piercings (puedes conseguirlo en tiendas de piercings o farmacias).
- Evita productos agresivos: no uses alcohol, peróxido de hidrógeno, ni productos antibacterianos como el yodo, ya que pueden irritar la zona y retrasar la curación.
- Aplicación suave: usa un algodón o una gasa limpia para aplicar la solución salina, sin frotar ni presionar la zona con fuerza. No uses las manos sucias.
2. Evitar tocar el piercing
- Manos limpias: si necesitas tocar el piercing (por ejemplo, para limpiarlo o cambiar la joya en el futuro), asegúrate de lavar bien tus manos antes de hacerlo.
- No gires ni muevas el piercing: durante el proceso de curación, evita girar o mover la joya de forma innecesaria, ya que esto puede irritar la piel y retrasar la cicatrización.
3. Controlar la inflamación
- Hinchazón: es normal que el área se hinche un poco en los primeros días. Puedes usar compresas frías (no directamente sobre la joya) para reducir la hinchazón y aliviar cualquier molestia.
- Dolor o molestias: son comunes, pero si experimentas dolor intenso o enrojecimiento que no mejora, consulta a un profesional.
4. Evitar el contacto con alimentos o bebidas irritantes
- Comida: evita alimentos picantes, ácidos, calientes o demasiado salados durante los primeros días para evitar irritación o molestias en el área del piercing.
- Bebidas: evita las bebidas alcohólicas y las que contengan cafeína, ya que pueden aumentar la inflamación.
5. Cuidado al dormir
- Posición para dormir: trata de dormir de lado contrario al piercing para evitar presión sobre la joya. Si es posible, duerme sobre una almohada suave que no roce con la zona.
6. Evitar contacto con bacterias
- No tocar el piercing en lugares públicos: evita tocar el piercing con las manos sucias o en lugares donde haya muchas bacterias, como en baños públicos.
- Evita el contacto con objetos sucios: no pongas tu cara en superficies sucias o en contacto con objetos como toallas de otras personas.
7. Tiempo de cicatrización
- El piercing en el labio puede tardar entre 6 semanas y 3 meses en sanar completamente, dependiendo de tu cuerpo y la ubicación exacta del piercing. Durante este tiempo, es importante seguir estos cuidados para evitar complicaciones.
8. Revisión periódica
- Revisar el piercing: si notas signos de infección como pus, enrojecimiento, fiebre, o dolor excesivo, acude a un profesional para que lo revise.
Qué evitar durante la curación del piercing labial
Durante la curación de un piercing labial, es crucial evitar ciertos comportamientos y factores para asegurar que el piercing se cure correctamente y evitar infecciones o complicaciones. Aquí te enumero algunas cosas que debes evitar durante este proceso:
- Evitar tocar el piercing con las manos sucias.
- Evitar girar o mover la joya innecesariamente.
- No cambiar la joya demasiado pronto.
- Evitar productos irritantes: no uses alcohol, peróxido de hidrógeno, ni productos antibacterianos fuertes para limpiar el piercing, ya que estos pueden irritar la zona, secarla o retrasar la curación.
- No dormir sobre el lado del piercing.
- Evitar alimentos irritantes: no consumas alimentos picantes, muy salados, ácidos o calientes.
- Evitar fumar y beber alcohol.
- Evitar tocarlo con objetos que no estén limpios.
- Evitar el contacto con el agua contaminada: evita nadar en piscinas, lagos, o el mar durante las primeras semanas del proceso de curación.
- No usar maquillaje o productos en la zona del piercing.
- No ignorar signos de infección: si notas síntomas inusuales como enrojecimiento, secreción de pus, dolor intenso, fiebre o cualquier otra señal de infección, no lo ignores.
- No apretar ni presionar el piercing: evita cualquier tipo de presión sobre la joya, ya que esto puede causar irritación o daño a la piel alrededor del piercing.
Signos de complicaciones y cómo manejarlos
Aunque los piercings labiales suelen curarse sin problemas si se cuidan adecuadamente, en algunos casos pueden surgir complicaciones. Es importante estar atento a ciertos signos que indican que algo no va bien. Aquí te menciono los principales signos de complicaciones en un piercing labial que debes vigilar:
1. Infección
- Enrojecimiento excesivo: aunque un poco de enrojecimiento es normal en los primeros días, si el área sigue muy roja o se pone más intensa con el tiempo, puede ser una señal de infección.
- Dolor intenso: un poco de dolor es común al principio, pero si el dolor se vuelve más intenso o constante, podría ser un signo de que algo no está bien.
- Secreción anormal: la secreción amarillenta o verde, especialmente si tiene un mal olor, es una señal clara de infección. La secreción transparente o ligeramente sanguinolenta es normal al principio, pero si se vuelve espesa o de color oscuro, consulta a un profesional.
- Fiebre: la fiebre puede ser un indicio de que la infección se ha propagado y afecta a todo el cuerpo. Si tienes fiebre junto con otros síntomas de infección, es importante buscar atención médica.
2. Hinchazón y dolor persistente
- Hinchazón prolongada: es normal tener algo de hinchazón durante los primeros días o semanas. Sin embargo, si la hinchazón persiste más allá de este período, o se incrementa en lugar de disminuir, podría indicar una complicación.
- Dolor que no mejora: un poco de dolor es común en las primeras fases de la curación, pero si el dolor no disminuye después de unos días o se vuelve más intenso, podría ser una señal de infección o de que algo está interfiriendo con la curación.
3. Rechazo o desplazamiento del piercing
- Movimiento o desplazamiento de la joya: si notas que el piercing parece moverse o desplazarse, puede ser una señal de que tu cuerpo está rechazando la joya. El rechazo puede ocurrir por diversas razones, como un material de baja calidad o una respuesta de tu sistema inmunológico.
- La joya sale fácilmente: si la joya empieza a salirse o se afloja sin que la manipules, podría ser señal de rechazo o de que la herida no está cicatrizando correctamente.
4. Reacción alérgica
- Erupción o picazón: algunas personas pueden ser alérgicas a ciertos metales o materiales utilizados en la joyería. Si experimentas una erupción cutánea, picazón excesiva o enrojecimiento alrededor del piercing, podría ser una reacción alérgica.
- Irritación continua: si el piercing sigue irritado a pesar de los cuidados adecuados, podría ser una reacción al material de la joya o a algún producto de limpieza que estés usando.
5. Formación de queloides o cicatrices hipertróficas
- Formación de queloides: un queloide es una cicatriz gruesa, elevada y de color oscuro que se forma cuando el cuerpo produce un exceso de colágeno durante la curación. Si notas que alrededor del piercing se está formando una cicatriz grande y elevada, puede ser un queloide.
- Cicatrices hipertóficas: son cicatrices gruesas que pueden formarse si el piercing no se cuida correctamente o si hay una irritación constante en el área.
6. Hemorragia o sangrado excesivo
- Sangrado persistente: aunque algo de sangrado es normal en las primeras horas o días, si el piercing sigue sangrando después de este período o si el sangrado es abundante, es una señal de que algo no está funcionando correctamente.
- Coágulos o sangrado abundante sin razón aparente también pueden ser una señal de que el piercing está siendo rechazado o que hay una infección.
7. Formación de abscesos o bultos
- Bultos dolorosos: si sientes un bulto doloroso cerca del piercing, podría ser un absceso, que es una acumulación de pus bajo la piel. Esto suele ser un signo de infección grave y necesita atención médica.
- Formación de pápulas: a veces, el cuerpo forma pequeñas protuberancias alrededor del piercing debido a la irritación o infección. Si estas protuberancias son dolorosas o no desaparecen con el tiempo, puede ser necesario un tratamiento.
8. Desprendimiento de la piel
- Piel desprendida o necrosis: si notas que la piel alrededor del piercing se vuelve muy roja, se descompone o se pone negruzca, esto podría ser un signo de necrosis (muerte del tejido), lo que es muy grave y requiere atención médica inmediata.
¿Qué hacer si experimentas alguno de estos signos?
- Consulta con un piercer profesional: si tienes dudas o notas signos de complicaciones, lo primero que debes hacer es consultar a tu piercer. Ellos pueden darte orientación sobre lo que está sucediendo y cómo proceder.
- Atención médica: si los síntomas son graves (como fiebre alta, secreción verde o maloliente, o hinchazón extrema), busca atención médica lo antes posible. Las infecciones graves pueden propagarse rápidamente y pueden requerir tratamiento con antibióticos o, en casos extremos, la eliminación de la joya.
Cuidar adecuadamente un piercing en el labio es fundamental para evitar infecciones y complicaciones bucodentales durante el proceso de curación. Siguiendo estos consejos y prestando atención a cualquier signo de alerta, podrás disfrutar de tu piercing de forma segura y sin riesgos. Ante cualquier duda o síntoma, consulta siempre con un profesional de salud.